Para bien o para mal, ultimamente las monarquías europeas no dejan de sorprender. Y más concretamente algunos miembros de familias reales que parecen empeñados a pasar a la posteridad de muy diferente manera.

Si hace unos días se conocía el trabajo como auxiliar de infermería de la princesa Sofía de Suecia en un hospital de Estocolmo o el reparto de comida de la duquesa de Cambridge y sus sus hijos, ahora se ha conocido la visita de la reina Matilde de Bélgica a un supermercado.

Pertrechada con mascarilla y guantes para evitar posibles contagios, la monarca belga quiso mostrar su agradecimiento a los trabajadores de un supermercado de la cadena Carrefour de la ciudad belga de Gerpinnes, en la región de Valonia. Acompañada de los responsables de la empresa, Matilde habló durante varios minutos con cajeras, reponedores y otros empleados de la tienda.

No es la primera visita solidaria de la monarca, ya que hace unos días, junto a sus hijos Emmnanuel y Eleonore, visitó dos residencias de ancianos obsequiando con ramos de flores y gofres a residentes y personal sanitario.