Hoy se cumple un mes desde que Michael Jackson falleciera en extrañas circunstancias en un hospital de Los Angeles para sorpresa del mundo entero. La noticia corrió como la pólvora y dejó desolados a los millones de fans del rey del pop, que no podían creer lo ocurrido y que lo último que sabían de su ídolo es que estaba a punto de volver a los escenarios en Londres.

Inicialmente se habló de una muerte por causas naturales, pero desde el primer momento ha planeado una sombra de duda sobre las circunstancias en las que falleció el artista. Pues bien, ahora la investigación policial ha dado un giro de 180 grados al convertirse oficialmente en un caso de "homicidio involuntario" que ya tiene un principal sospechoso: el cardiólogo Conrad Murray, médico personal que se encontraba junto a Jackson cuando murió.

REANIMACION SIN EXITO Lo que se sabe es que antes de que fuera trasladado al hospital y de que los médicos del UCLA Medical Center certificaran su muerte, el cantante había entrado en parada cardiorespiratoria en una de las habitaciones de la mansión que alquilaba en el exclusivo barrio de Bel Air. Murray estaba a su lado e intentó, sin éxito, reanimarlo mientras llegaban los servicios de emergencia.

La familia se ha encargado de alimentar los rumores sobre los motivos que llevaron a su desaparición. Joe Jackson, el jefe del clan, ha aprovechado cada una de sus apariciones en televisión para decir que su hijo fue víctima de un "asesinato", mientras que su hermana Latoya entró al trapo en un tabloide londinense en el que aseguraba que todo fue una "conspiración" para hacerse con la fortuna del artista.

Mientras unos hablaban ante las cámaras, los detectives seguían adelante con la investigación, que llevó al departamento de policía de Los Angeles a pedir a un juez una orden de registro para buscar en una de las clínicas de Murray en Houston (Texas) posibles pruebas que pudieran "constituir evidencias de un delito" y que arrojaran algo de luz sobre la muerte del cantante.

Los agentes antidrogas procedieron el miércoles a registrar la clínica y encontraron varias pastillas de fentermina y clonazepam, dos discos duros y un listado de sustancias controladas, según consta en el atestado judicial publicado en varios medios locales. Ahora, el siguiente paso es la publicación del informe toxicológico de la Oficina del Forense que ayudará a determinar las causas concretas de su muerte.

El estudio podría conocerse a partir de la próxima semana y habrá que estar muy atentos a si se mencionan sustancias como propofol o diprivan, un poderoso anestésico al que al parecer era adicto Jackson y del que se encontraron varias dosis en la mansión de Holmby Hills. Tras la muerte, el doctor Murray fue interrogado por las autoridades e incluso concedió alguna entrevista. Entonces se le consideraba solo un testigo, pero ahora es el principal sospechoso de un posible homicidio involuntario.