El actor de Braveheart ya no tiene antecedentes. Un juez ha decidido borrar de su historial criminal la condena que se le impuso en 2006 por conducir borracho a 140 kilómetros por hora en Malibú (California) después de que se haya comprobado que ha cumplido con sus obligaciones con la corte. Mel Gibson, ganador de un Oscar por Braveheart y director de La pasión de Cristo o Apocalipto ha asistido en estos últimos tres años a reuniones de Alcohólicos Anónimos y ha llevado a cabo trabajos de servicio público como parte de su condena por conducir borracho, ha atestiguado el juez.

Así, el juez Lawrence Mira, de la Corte Superior de Los Angeles, ha decidido limpiar de antecedentes el expediente de Gibson y levantar el estado de libertad condicional en el que se encontraba desde 2006, cuando dos agentes le detuvieron conduciendo a 140 kilómetros por hora, borracho y con una botella de tequila en la mano. Aquel arresto atrajo la atención de los medios de comunicación de medio mundo después de que se filtrara a la prensa el informe policial en el que se recogían las declaraciones antisemitas realizadas por el actor hacia uno de los agentes, de religión judía, como: "Los judíos son los responsables de todas las guerras en el mundo".

Aunque Mel Gibson se disculpó públicamente por aquellos comentarios -que incluso llegaron a parodiarse en la serie Ley y Orden- la Liga Antidifamación, que combate la discriminación contra los judíos y otros grupos, no se dio por satisfecha. Algunos productores judíos llegaron incluso a expresar su intención de no volver a trabajar con él. Además de las críticas que generó en Hollywood su comportamiento virulento en el momento de la detención, esta controversia llegó en un momento delicado para el actor y director, pues algunos grupos judíos habían expresado su preocupación por que La pasión de Cristo contenía imágenes que consideraron potencialmente despectivas hacia el pueblo hebreo.

Después de su arresto en 2006, Mel Gibson admitió haber conducido a 140 kilómetros por hora con una botella de tequila en la mano. Cuando fue detenido, tenía un 0,12 por ciento de contenido de alcohol en sangre, cuando el límite legal permitido es de 0,08. Aunque su expediente ha quedado limpio, esa condena podría exponerle a una acusación más grave si vuelve a ser arrestado conduciendo borracho.