El domingo se celebrará en Los Angeles la 52º edición de los premios Grammy de la música, y aunque Beyoncé, Black Eyed Peas, Lady Gaga, Dave Matthews Band y Taylor Swift compiten en la categoría de mejor álbum del año, el protagonista indiscutible será Michael Jackson. La organización ha anunciado que el rey del pop será premiado con un reconocimiento a toda su carrera. Y quienes recojan el galardón no serán otros que sus dos hijos mayores Prince Michael, de 12 años, y Paris, de 11.

Se trata, por tanto, de la primera aparición pública que hacen los hijos de Jackson desde el multitudinario funeral oficiado el pasado 7 de julio, precisamente, en el Staples Center, el mismo lugar donde se celebran los Grammy. "El mundo entero está esperando ver el florecimiento de los niños", aseguró Brian Oxman, abogado de Joe Jackson, padre del cantante. Según informa la CNN, de momento, no está prevista la aparición del menor de los hermanos, Blanket, aunque esta decisión podría cambiar de aquí al domingo. Lo que sí parece que está descartado es que los menores canten o bailen en el escenario.

VIDEO EN PRIMICIA Pero el homenaje irá más allá. Para abrir fuego, los espectadores podrán ver en primicia un vídeo en 3D de la canción Earth Song , del que ya se pudo ver algo en el documental This is it , y que debería haberse proyectado el verano pasado, durante los conciertos que nunca llegaron a realizarse. Parecido a como se hubiese hecho en los recitales, en la mini-película que se proyectará en los Grammy aparece un bulldozer y, acto seguido, en lugar de Jackson, saldrán cinco artistas de su agrado. Así, cantarán la pieza su padrino musical, Smokey Robinson, su discípulo, Usher, Celine Dion, Carrie Underwood y Jennifer Hudson.

El año pasado, coincidiendo con el 25º aniversario de Thriller , los productores de los Grammy intentaron contar con Michael Jackson en la gala. Sin embargo, el cantante dijo: "No estoy preparado. Estaré con vosotros el año que viene". Y, aunque no como estaba pensado, así será.

Por otra parte, la mansión que Jackson alquiló en el 2008 y en la que pasó sus últimos meses ha sido vendida a unos compradores anónimos por 2,2 millones de euros.