La madre de Miguel Ríos le dijo un día, tras una actuación de Antonio Machín en Granada: "No hay cosa más fea que la vejez en un escenario". El hijo captó el mensaje y, a los 65 años, con un aspecto físico envidiable, inicia su última gira. "Pegar saltos en el escenario a los 70 años es algo cachondo para algunos pero irreal para mí", admitió ayer. Tras casi 50 años bajo los focos, el rockero español por excelencia volverá a la carretera, durante dos años, en España y Latinoamérica. La gira arrancará el 11 de julio. Antes, el 2 de junio, saldrá a la venta Bienvenidos, el disco en el que Serrat, Sabina, Amaral, Bunbury, Los Secretos, Chambao y Rosendo, entre otros, interpretan piezas que hicieron famoso al granadino.