Antes de ‘El Código Da Vinci’ de Dan Brown, un actor alemán ya se había convertido en superventas transformando las teorías esotéricas sobre el grial en novela. Fue Peter Berling, convertido en autor de éxito de novela histórica con ‘Los hijos del grial’, publicado en Alemania en 1991 y en España en 1995, seguido de cuatro títulos más de la misma saga, ‘Sangre de reyes’, ‘La corona del mundo’, ‘El cáliz negro’ y ‘El Kelim de la princesa’ llenas de cátaros, templarios y miembros de la secta de los asesinos. Berling ha muerto esta semana falleció a los 83 años tras una vida en la que fue actor y productor cinematográfico, escritor, diseñador de su propia ropa, guía turístico y crítico gastronómico.

En sus narraciones sobre las cruzadas el concepto del grial se entronca con las estirpes de la realeza europea, pero sin ninguna disquisición sobre la descendencia de Jesús o la relación entre el grial y la sangre del calvario. “Eso fue un invento de la iglesia desde el principio”, sostuvo en una entrevista con este diario en la que, por cierto, confesó que solo había conseguido leer las tres primeras páginas del libro de Dan Brown. Berling abjuró de su fe protestante ya a los 14 años y sostenía que “en los Evangelios no hay ni una sola palabra de Cristo diciendo que quiere que se funde una iglesia”.

La historia familiar de Berling es accidentada: en su infancia fanático miembro de las juventudes hitlerianas, al regresar su padre de un campo de prisioneros tras la guerra le reveló que su madre era judía. Eso le causó un trauma que le hizo viajar a Israel… donde acabó convertido en un militante propalestino.

En su carrera cinematográfica, Berling había colaborado como productor y como actor en películas de Werner Herzog (empresario de ópera en ‘Fitzcarrald0’ y conquistador en ‘Aguirre) y Rainer Werner Fassbinder (en, ‘El matrimonio de Maria Braun’ y ‘La ansiedad de Veronika Voss’), además de disfrutar de pequeños papeles en películas como ‘El hombre de la rosa’ o ‘Gangs de Nueva York’.