El veterano diseñador italiano Ottavio Missoni, murió hoy jueves, a los 92 años en su casa en Sumirago, localidad del norte de Italia, y deja un imperio textil que revolucionó la moda por el uso de los materiales de punto y sus atrevidos estampados con su característico zigzag.

La desgracia sigue golpeando a la familia de diseñadores ya que el patriarca ha muerto mientras se busca todavía a su hijo y heredero, Vittorio, que desapareció junto con su mujer y otras cuatro personas cuando viajaba en avioneta sobre archipiélago venezolano de Los Roques, el pasado 4 de enero. Missoni ha celebrado el 60 aniversario de su matrimonio con Rosita Jelmini, con quien abrió su primer taller de confección en la provincia de Varese, en Lombardia, primer paso hacia uno de los más poderso imperios familiares italianos.

Ottavio Missoni y Rosita Jelmini se conocieron en 1948 en Londres, donde él capitán de Marina e hijo de una condesa había acudido para participar como atleta en los Juegos Olímpicos y ella estudiaba inglés. Missoni, nacido en Croacia, donde pasó su infancia y adolescencia hasta que cumplió 20 años se dedicó primero al deporte y en 1939, con 18 años, se convirtió en campeón de Italia de 400 metros y se alzó con el título de campeón mundial de atletismo estudiantil.

Durante la segunda guerra mundial, Missoni se alistó en las filas italianas y llegó a luchar en la batalla de El Alamein, donde fue apresado por las tropas aliadas y confinado durante cuatro años en Egipto.

A finales de 1946, Missoni pudo volver a Italia y empezó su carrera cuando creo con su amigo el discóbolo italiano Giorgio Oberweger, una pequeña empresa que trabajaba con géneros de punto, que incluso produjo una parte del equipamiento deportivo en lana de la selección italiana para las Olimpiadas de 1948.

Tras su boda con Jelmini en 1953, Missoni creó un pequeño estudio de producción de género de punto y en la década de los 60 sus vestidos de punto empiezan a llamar la atención de los medios y publicaciones de tendencias y causan furor en las pasarelas de Milán de 1966. El matrimonio Missoni fue uno de los primero en valorar nuevos tejidos como la viscosa o el rayon.

El reconocimiento del diseñador y de la marca comienza a ser internacional a partir de 1968, cuando revistas de moda como la edición francesa de 'Elle' le señalan como nueva tendencia.

La década de 1970 supuso la confirmación internacional de Missoni cuando su estilo se confirmó en mercados extranjeros, como el estadounidense que bautizó a su colección de 1971 como "put together" (unir, armar) y en donde se le reconocía no ya como estilista sino como un artista.

La consagración como jefe de la casa Missoni le llegó en esos años en forma de premios, como el Neiman Marcus Fashion Award -el 'oscar' de la moda- en septiembre de 1973 o de retrospectivas y exposiciones de sus diseños en importantes museos como el Metropolitano de Nueva York. La década de 1980 supuso para Ottavio Missoni nuevos proyectos para su empresa, como la presentación del primero de sus perfumes, 'n 1980 o la realización del vestuario para la ópera 'Lucia de Lammermoor" en el teatro de La Scala de Milán, en 1983.

Los premios comenzaron a ser una constante para Missoni al recibir en 1988 el título de 'Commendatore al Merito¿ de la república italiana, en 1990 un premio a toda su trayectoria en Nueva York y dos años más tarde el galardón alemán Modewoche. El 2 de junio de 1993, el presidente de la República Italiana concedió a Ottavio Missoni el título de 'Cavaliere al Merito del Lavoro'. En 1997, Ottavio Missoni y su esposa, Rosita Jelmini fueron nombrados doctores "honoris causa" por la Real Sociedad de Arte Británico. Missoni recibió en 1999 otros dos títulos 'honoris causa' concedidos por la universidad Central Saint Martin College de arte y diseño de Londres y por la Academia de Arte de San Francisco, Estados Unidos. Entre los últimos reconocimientos que ha recibido están el premio a su carrera concedido por la cámara italiana de moda en 2004 y el premio Elle Deco International en 2005 por sus colecciones de moda para el hogar. En marzo de 2006, la empresa que dirigía firmó un acuerdo con la sociedad Redizor SAS para crear una cadena de hoteles con su nombre.

Missoni y Rosita Jelmini tuvieron tres hijos: Vittorio, Luca, también diseñador y que posiblemente se pondrá al frente de la marca si se confirma la desaparición definitiva de su hermano mayor, y Angela.