La muerte de Angel Cristo la madrugada de ayer por parada cardiorrespiratoria no sorprendió a nadie. El domador llevaba mucho tiempo dando tumbos por la vida y su deterioro físico era muy evidente. Tenía 65 años y protagonizó una carrera como domador y empresario circense llena de luces al principio y de muchas sombras en los últimos tiempos, en los que paseó su declive personal por los platós de los programas rosas. En ellos desveló sus adicciones al alcohol y la cocaína, y se enfrentó a graves acusaciones de malos tratos.

Cristo falleció una hora después de ingresar en el Hospital de Alcorcón. El domador iba a empezar a trabajar de nuevo en el circo la semana que viene. Estaba viajando de Jaén a Madrid en coche cuando empezó a sentirse mal, por lo que sus dos compañeros le llevaron al centro sanitario. Allí sufrió tres infartos. Su exmujer, Bárbara Rey, y sus dos hijos, Sofía y Angel, con los que no mantenía ninguna relación, llegaron al hospital al poco de conocer su muerte.

MUCHAS DEUDAS Uno de los sobrinos de Cristo, José Miguel Garrido, quiso dejar claro ayer que la muerte del empresario de circo no ha tenido nada que ver con sus problemas con las drogas. "Los médicos han confirmado que llevaba tiempo sin consumir ninguna sustancia", explicó. El domador será enterrado hoy en el cementerio de la Almudena después de que se le haya practicado la autopsia. Rey y sus hijos se harán cargo de los gastos del funeral, ya que el fallecido no disponía de recursos y tenía muchas deudas.

Cristo nació en Huelva en 1944 y desde su infancia estuvo vinculado al circo. Era hijo de una contorsionista y de un trapecista, y creció rodeado de leones, tigres y elefantes. Debutó en las carpas en 1966 y en los años 70 y 80 las puso de moda en España al comprar el Circo Ruso, que llegó a tener una plantilla de 300 personas. Sus esfuerzos en este espectáculo fueron reconocidos en 1986, cuando recibió la medalla de oro del Festival Internacional del Circo.

Al casarse con Bárbara Rey alcanzó su momento de mayor fama. Su declive empezó tras su separación de la actriz. Ganó mucho dinero, pero lo perdió hasta llegar a vivir en la indigencia.

En 1990 estuvo a punto de morir cuando tres leones y un tigre le atacaron, produciéndole gravísimas heridas. Se recuperó, pero nunca fue el mismo y cayó en el mundo de las drogas del que parecía que había empezado a salir. Murió cuando había llegado a un acuerdo para volver a trabajar en el circo.