"Tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño americano. Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: ´Afirmamos que estas verdades son evidentes, que todos los hombres son creados iguales´" (Martin Luther King, 1963, Washington). En el 2008, cuando se cumplían 45 años del emblemático discurso del líder negro, nació en Sitges (Barcelona) la idea de homenajear tanto al hombre que dio su vida por la defensa de los derechos humanos como a su ideario. De aquí salió la exposición I have a dream, que después de itinerar durante un año por EEUU y de ser visitada por 300.000 personas, entre ellas el dalái lama, abrió ayer sus puertas en la ciudad catalana.

La muestra aúna a 72 artistas plásticos y 40 intelectuales de los cinco continentes. Personajes como Mohamed el Baradei, Sami Naïr y Valentí Fuster ofrecen sus reflexiones por escrito. Y una larga lista de creadores --Richard Hamilton, Elisabeth Catlett, Lee Pei, Paul Goodnight, etcé-tera-- expresan con diferentes estilos y técnicas su relación con el sueño de Luther King.