"Activo y pícaro, formal y astuto, decidido y vulnerable, valiente y humilde, fiable, compasivo y justo. Un semental dotado para la interpretación". Así define a Paul Newman el crítico de cine norteamericano Shawn Levy, autor de Paul Newman: la biografía, publicada en España por Lumen, a la venta desde el viernes, pocos días después de cumplirse 13 meses de la muerte del actor, a los 83 años. En más de 500 páginas queda claro que era "un hombre de su tiempo" menos en una cosa: no cayó preso en las redes de la fama. No quería saber nada de Hollywood.

Una prueba de su alergia a la popularidad es que Levy, autor de varias biografías de famosos, no logró entrevistarse con Newman ni con su mujer, Joanne Woodward. El representante del actor le entregó la fotocopia de un escrito firmado por la famosa pareja con el siguiente texto: "El 26 de enero de 1995, el día de mi septuagésimo aniversario, Joanne y yo decidimos no aceptar más honores. No por arrogancia, desde luego, sino por la convicción de que hemos recibido honores más que suficientes y que cualquier otro que pudiera añadirse estaría de más".

Pese a las reiteradas negativas, Levy sacó adelante su empeño hablando con amigos del actor y gracias a los testimonios que él mismo ha dejado. "Era absurdamente guapo y elegante. Tenía unas facciones que bien podrían haberse acuñado en las monedas antiguas, unos ojos capaces de desarmar hasta a los más escépticos y el cuerpo compacto y ágil de un atleta", dice Levy.

Newman era además un gran actor, con más de medio centenar de películas en su haber al que la Academia de Hollywood negó el Oscar en los mejores años de su carrera (La gata sobre el tejado de zinc, El buscavidas, La leyenda del indomable, Veredicto final... ). Cuando Hollywood dejó de considerarle un hombre atractivo, al llegar a los 60, empezaron las prisas. En 1985 le dio un Oscar honorífico y un año después otro por El color del dinero.

EDUCACION PURITANA Newman, hijo de un judío de origen alemán y de madre católica, fue educado en la severidad del puritanismo. Su belleza le llevó al estrellato cuando el gran público le descubrió en Exodo. Fue durante el rodaje de este filme cuando la esposa del primer ministro israelí David Ben Gurion, al serle presentado, preguntó: "¿Es el guapo del que tanto hablan?".

Fue un activista político. Tenía amigos escritores comprometidos --Gore Vidal--, hizo campaña por los derechos civiles en California, junto a Marlon Brando, y fue recaudador de fondos para el Partido Demócrata.

Cuando, en 1945, EEUU lanzó la bomba atómica contra Hiroshima, Newman estaba enrolado en un portaaviones a 800 kilómetros de la costa japonesa. En las fotos del libro se puede ver cómo participó en la celebración del acontecimiento. Como reconocería pasado el tiempo, "tenía 20 años y no sabía nada de sus consecuencias de la bomba. Nadie discutió siquiera si era moral o si había alternativas". Cuando pronunció estas palabras, sí sabía el significado de la carrera nuclear y se manifestaría por la moratoria nuclear y el fin de la guerra fría.