Daria Zhukova, de 27 años, novia del multimillonario ruso Roman Abramovich, ha hecho realidad uno de sus sueños: inaugurar un megacentro de arte en Moscú que quiere ser una réplica de la Tate Modern de Londres y el MOMA de Nueva York. La joven modelo ha podido llevar a cabo su proyecto gracias al apoyo de su pareja, que además le ha regalado las dos obras de arte más cotizadas de Lucian Freud y Francis Bacon, por las que ha pagado 76,5 millones de euros.

El Centro para la Cultura Contemporánea Garazh, que abrió sus puertas ayer, ocupa 8.500 metros cuadrados dentro del antiguo garaje de autobuses Bakhmetevsky y dispone de salas de exhibición, cafetería, cine, sala de lectura, librerías y tiendas. El espacio se estrena con una retrospectiva de los artistas rusos Ilya y Emilia Kabakov, pioneros del arte conceptual moscovita. Ilya se ha convertido en el pintor ruso de posguerra más cotizado, al vender su obra Beetle por 3,3 millones de euros.

ALTA SOCIEDAD La joven estuvo arropada en la inauguración por su riquísimo novio y por el antiguo ministro de Cultura ruso Mikhail Shvydkoi.

Daria es hija de otro magnate ruso del petróleo, Alexander Zukov y, tras estudiar en EEUU, se instaló en Londres, donde empezó a moverse en los círculos de la alta sociedad británica. Allí probó suerte con la moda y creó una colección de alta costura. La relación de Daria y Abramovich saltó a las páginas de los periódicos en octubre del 2006 y supuso el fin del matrimonio del multimillonario con su esposa Irina, con la que tiene cinco hijos.

El divorcio de Irina y Roman fue uno de los más caros de la historia rusa, y aunque ninguna de las dos partes habló sobre el acuerdo económico, algunas fuentes comentaron que Irina pudo recibir hasta la mitad de los 16.000 millones de euros de la fortuna de su exmarido.

Un día después de que trascendiera que el dueño del Chelsea ya estaba divorciado, este era visto con Daria en París en actitud acaramelada. También en el palco del campo de fútbol siguiendo un partido del Chelsea y visitando las tiendas más exclusivas de Moscú y otros países.

Daria y Abramovich residen en una lujosa residencia en Londres y todo apunta a que no tardarán en casarse. Mientras, el magnate ruso se dedica a mimar a su chica llevándola a lugares de ensueño con su flota de barcos y aviones privados y llenándole las manos de arte. Se comenta que últimamente le ha comprado un Degas, valorado en 18 millones de euros.