Por momentos pareció la alfombra roja de los premios más codiciados de Hollywood. Pero no se celebró en la glamurosa ciudad de Los Angeles sino en el hotel Hilton de Washington, en el mismísimo corazón político de Estados Unidos, donde una legión de estrellas y famosos hicieron su aparición para lucir palmito en la tradicional cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca.

El presidente Barack Obama y su esposa Michelle, impresionante con un vestido rojo y con un nuevo y favorecedor peinado, ejercieron de anfitriones el pasado sábado en una cena con un total de 3.000 invitados que reunió a la flor y nata de la capital y a lo mejor de Hollywood.

Obama hizo gala de buen humor en una cena amenizada por el cómico Jay Lenno, riéndose de sí mismo por su caída en los índices de popularidad, y mofándose de asuntos como la ley de inmigración de Arizona, donde ya se sabe, dijo "qué pasa si no tienes identificación".

También mostró su lado más celoso bromeando con los hermanos Jonas Brothers, a quienes pidió que no se acerquen a sus hijas Sasha y Malia, dos de sus seguidoras más abnegadas. "No os hagáis ilusiones, chicos. Solo tengo dos palabras: predator drones ", afirmó Obama en referencia a los aviones espía no tripulados de la CIA.

"Estuvo impecable", afirmó Scarlett Johansson cuando le preguntaron por Obama a la salida de la cena que no quiso perderse nadie. Entre los invitados unas espectaculares Alicia Keys, Jessica Alba y Jessica Simpson, que no acertó con su traje amarillo. Asthton Kutcher y Demi Moore triunfaron en la alfombra roja, por la que pasaron Jon Bon Jovi, Steven Spielberg, Morgan Freeman, Alec Baldwin o Michelle Pfeiffer. También se dejó ver Michael Douglas, en su primera aparición desde la condena a su hijo Cameron, y la oscarizada Kathryn Bigelow.