Si una cosa sorprendió de las nominaciones de los Oscar que anunció el martes Anne Hathaway es que por primera vez en la historia un director, James Cameron, y su exmujer, Kathryn Bigelow, compiten por llevarse la preciada estatuilla dorada. El primero lo hace con Avatar , una superproducción con un coste de 170 millones de euros, mientras que ella presenta The hurt locker , un pequeño filme bélico hecho con apenas ocho millones. Por tanto, es además una batalla entre un gigantesco blockbuster y una propuesta independiente.

DE UN EXTREMO A OTRO Dos maneras distintas de hacer cine, que representan, precisamente, el gran dilema que ha tenido siempre la Academia entre negocio y arte, y que optan a llevarse hasta nueve premios.

James Cameron, de 56 años, y Kathryn Bigelow solo estuvieron casados dos años, entre 1989 y 1991. Durante ese periodo, él dirigió Abyss y Terminator 2 , mientras que ella trabajó en Acero azul y Le llaman Bodhi , con el difunto Patrick Swayze. Esta última, producida por el director.

Desde entonces, el canadiense se ha casado dos veces más. Su cuarta mujer fue Linda Hamilton, la mítica Sarah Connor de la saga Terminator , con la que tuvo una hija. Dos años más tarde lo dejaron y, en el 2000, Cameron se casó con la actriz y exmodelo Suzy Amis, a quien conoció en el rodaje de Titanic , y con la que tiene dos niñas y un niño.

The hurt locker ha pasado sin hacer demasiado ruido por la taquilla americana; apenas ha recuperado lo invertido, pero estas nueve nominaciones pueden suponer un importante impulso. Además, la crítica la tiene muy en cuenta. Ha estado nominada en los Globos de Oro (perdió contra Avatar ), los Independent Spirit Awards y la revista Time la ha seleccionado entre lo mejor del cine del año 2009.

Kathryn Bigelow, de 59 años, se ha convertido en la cuarta directora que consigue una nominación en los Oscar. Antes lo hicieron Lina Wertmüller por Pasqualino: Siete bellezas , Jane Campion por El piano y Sofia Coppola por Lost in translation . Con esta última se da el caso más parecido al actual. Tras su divorcio con el cineasta Spike Jonze, la hija del director de El padrino mantuvo un breve romance con Quentin Tarantino, que por aquel entonces presentaba la primera Kill Bill , pero no fue candidato a ningún gran premio.

Si gana Bigelow, será la primera vez que lo hace una mujer, aunque ella prefiere no hacer distinciones entre sexos. "Estoy abrumada, pero espero que algún día al cineasta no se le vea como hombre o mujer".

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