La oficina de la fiscalía estatal en Berlín ha archivado la demanda de paternidad presentada por una mujer de 44 años contra Paul McCartney, porque la reclamación ha prescrito debido al tiempo transcurrido. La denunciante, Bettina Hubers, aseguró que el exbeatle era su padre y que manipuló una prueba de paternidad en 1984. Cuando Bettina cumplió 18 años, ella y su madre pidieron una pensión para alimentos. McCartney se hizo un análisis de sangre que indicó que no era su padre. La mujer dice que envió a otra persona a hacerse la prueba.