Un mitómano de la serie Perdidos ha desembolsado 37.000 euros para quedarse la furgoneta Wolkswagen del misterioso proyecto Dharma que Hurley paseaba por la enigmática isla, en una subasta de artículos utilizados en la exitosa producción, que se ha celebrado este fin de semana en Santa Mónica (California).

El vehículo ha sido la pieza más cara de la puja, que ha recaudado un total de 1,5 millones de euros. Los fans han podido hacer ofertas por 1.174 lotes de piezas de culto, entre las que se encontraba el guión del episodio piloto de la serie, por el que un fanático ha abonado 14.000 euros. Otra pieza de la catástrofe aérea más famosa de la televisión, el faro donde Jack vio los nombres de los 324 pasajeros del vuelo 815 de Oceanic Airlines, ha recaudado 22.000 euros. Es el mismo precio que se ha pagado por el diario del científico Daniel Faraday.

La puja se realizó por teléfono y a través de internet y en ella participaron seguidores de 50 países, lo que hizo que se desarrollara con gran lentitud. Y contó con la presencia de algunos protagonistas de la ficción como Sterling Beamun, que daba vida al joven Ben Linus, y Daniel Roebuck, que encarnaba a Arzt. Los dos actores vieron cómo la famosa estatua de cuatro dedos se adjudicaba por 3.700 euros. La puerta de la escotilla donde se escondía la estación El Cisne, y el ordenador que había en su interior con el que Desmond presionaba los números losties, alcanzaron los 15.000 euros cada uno.

Otros objetos que obtuvieron buena respuesta por parte de los fans fueron los mapas que Rousseau empleaba para orientarse en la isla y los calzoncillos de Sawyer, por los que se llegaron a pagar 670 euros.

El Chevy Camaro rojiblanco de Hurley alcanzó 19.000 euros, mientras que el lote de cervezas Dharma, que salió a subasta por 236 euros, llegó a venderse por la friolera de 4.000 euros.