Cuando George W. Bush abandone en enero la Casa Blanca se llevará consigo al protagonista de la colección de anécdotas presidenciales más divertidas de los últimos ocho años en Estados Unidos (sin contar, por supuesto, el atragantamiento de Bush con una galleta): el perro Barney. La mascota del despacho Oval, un terrier escocés de ocho años al que, según su biografía oficial (que se puede encontrar en la página web de la Casa Blanca), "le encanta jugar con pelotas de fútbol y de golf y con herraduras", se ha convertido en todo un personaje mediático, con permiso de Miss Beazley, la compañera de Barney que fue presentada en una multitudinaria rueda de prensa en el 2005. Desde el 2002, el perro ha protagonizado los vídeos en internet con los que el aún presidente de EEUU y su esposa felicitan la Navidad.

En el vídeo navideño de la Barney Camera de este año, el animal decoraba el hogar de los Bush para las fiestas y, tras una siesta, soñó que se convertía en un héroe olímpico al que el campeón Michael Phelps felicita por haber elegido para la decoración su color favorito, el oro.

MORDISCO A UN PERIODISTA En años anteriores, los vídeos han contado con la participación de la cantante Dolly Parton y del exprimer ministro británico Tony Blair. Pero fue el mordisco de Barney al periodista Jon Decker el que más comentarios ha suscitado en internet. Entre ellos, el que apuntaba que el animal confundió al reportero con un terrorista. Quizás lo que no había asimilado Barney es que, cuatro días antes, Barack Obama había ganado las elecciones y él estaba condenado a abandonar la Casa Blanca.