Cuentan quienes tienen la suerte de trabajar con él que en el diccionario de Plácido Domingo no aparece por ningún lado la palabra "descanso". A sus 69 años, el tenor español se recupera satisfactoriamente de la extirpación de un pólipo canceroso en el colon a principios de este mes en Nueva York. Domingo dirige desde hace siete años la Opera de Los Angeles y el jueves por la tarde ya se le pudo ver trabajando en el Dorothy Chandler Pavilion de la ciudad californiana, siguiendo de cerca los ensayos del próximo estreno de El ocaso de los dioses, de Richard Wagner. El tenor explicó a los periodistas que, tras pasar unos días en Acapulco (México) recuperándose de la operación, ha vuelto al trabajo, y reveló que desde hace un par de días ha puesto a prueba sus cuerdas vocales en privado. "Todavía sigue estando tierna", dijo apuntando hacia la zona de la cicatriz. En un par de semanas, iniciará los ensayos para Simon Boccanegra en la Scala de Milán, que se estrenará en abril, y sigue adelante con los planes de llevar a Los Angeles tres actuaciones de La valquiria a partir del 30 de mayo.