Tras casi dos meses de calvario, Roman Polanski podrá abandonar la prisión suiza en la que lleva recluido desde el 26 de septiembre, previo pago de una fianza de cerca de tres millones de euros. Así lo ha estimado una sentencia del Tribunal Penal Federal (TPF) suizo, que aceptó el recurso del cineasta. Según la sentencia, los jueces "han considerado que la fianza, combinada con otras medidas tales como el depósito de sus documentos de identidad y la asignación a una residencia bajo control electrónico deben ser suficientes para evitar el riesgo de fuga".

El cineasta llegó al país helvético para recoger un premio, pero fue detenido y desde entonces permanece encarcelado en Winterthur, una localidad a las afueras de Zúrich. Esta detención responde al juicio sobre Polanski que sigue abierto desde 1978, cuando se declaró culpable de mantener relaciones sexuales con una menor de 13 años, Samantha Geimer. La mujer ha reiterado que el caso debería cerrarse y llegó a perdonar al director, que se podría enfrentar a un máximo de dos años de prisión si es extraditado a EEUU para enfrentarse a la justicia. El Ministerio de Justicia estudia recurrir la sentencia.