Pascal Henry está vivo. O, como mínimo, lo estaba el 9 de julio cuando sacó dinero de un cajero de Ginebra y las cámaras inmortalizaron el momento. Días después, la policía suiza lo buscó, lo encontró, habló con él y, ante la voluntad del gurmet de permanecer en silencio, cerró el caso y archivó la denuncia por desaparición que semanas antes había presentado un tío suyo. Tras esfumarse de El Bulli la noche del 12 de junio, muchos pensaron que vendería la historia a algún semanario. O que se encerraría para escribir un libro sobre su aventura. Si es así, que avance algún capítulo.