La princesa Leonor ha puesto fin este sábado a su estancia de tres días en Asturias, adonde ha acudido acompañada por sus padres y su hermana Sofía, visitando Asiegu, el pueblo ejemplar de este año. Allí, la heredera del trono, de 13 años, ha pronunciado unas palabras (el viernes dio su primer discurso en Oviedo), recordando que las pequeñas poblaciones rurales son "un tesoro de España que hay que querer, cuidar y proteger".

Los miembros de la familia real han paseado bajo la lluvia por las empinadas calles del Asiegu , que pertenece al concejo de Cabrales, en los Picos de Euroa y tiene menos de 100 habitantes, con el atuendo típico de estas tierras: gabardina y paraguas. "Asturias es mi casa y Asiegu tendrá siempre un lugar especial en mi corazón", ha asegurado la princesa.

UN TESORO DE ESPAÑA

Y ha añadido: "Los pueblos son un tesoro de España que hay que querer, cuidar y proteger". Su padre, el rey Felipe VI, ha hecho mención, asimismo, al problema del despoblamiento y envejecimiento de las zonas rurales, y, una vez más, no ha hecho ninguna alusión a la situación que vive estos días Cataluña.

La lluvia, aunque forma parte del paisaje asturiano, ha deslucido la visita, ya que la familia real no ha podido apreciar toda la belleza del paraje. A lo que ha comentado la reina Letizia: "La lluvia es lo que tiene Asturias". Por ese motivo se ha tenido que suspender la visita al mirador Pedro Udaondo, una de las mejores panorámicas del Naranjo de Bulnes, con lo que han sido los pastores que les esperaban allí quienes han tenido que acercarse a Asiegu para saludarlos.