La familia real británica rindió tributo ayer a la memoria de la princesa Diana de Gales en una emotiva ceremonia celebrada en la capilla de la Guardia Real con motivo del décimo aniversario de su muerte. Los príncipes Guillermo y Enrique leyeron textos en los que ensalzaron la figura de su madre.

Guillermo hizo una lectura de la Epístola de San Juan a los Efesios, que hace un llamamiento a la fortaleza interior. Enrique leyó un emotivo texto que conmovió al público reunido en el exterior de la capilla, el cual pudo seguir el acto a través de altavoces. El príncipe dijo que Diana "hizo feliz y confortó" a mucha gente y que "hoy la recordamos tal y como ella lo hubiera deseado". Añadió también que "perder a una madre a tan temprana edad supone un choque indescriptible".

MUSICA FAVORITA En la ceremonia se incluyeron las piezas de música clásica favoritas de Lady Di, de Rachmaninov y Mozart, y cuatro himnos, entre ellos el preferido de Diana, que se interpretó tanto para su boda como en su funeral, I vow to thee, my country (Juro solemnemente por mi país). El obispo de Londres, el reverendo Richard Chartres, pidió que se acabaran las especulaciones: "Que este servicio marque el punto en que la dejemos descansar en paz" dijo.

Al acto asistieron cerca de 500 invitados, entre ellos los cantantes Cliff Richard y Elton John, y del estamento político, el primer ministro Gordon Brown y sus antecesores en el cargo, Tony Blair y John Major. También fueron los hermanos de Diana, el conde Spencer y Sarah McCorquodale, quién leyó igualmente un texto. El príncipe Carlos asistió al acto sin su esposa Camila. La duquesa de Cornualles declinó la invitación de los príncipes Guillermo y Enrique alegando que su presencia "podría distraer la atención del objetivo del acto". La invitación a Camila había causado un profundo malestar entre los admiradores de Lady Di.

APLAUSOS PARA LA REINA A la salida del acto la reina Isabel II fue aplaudida por la multitud, aunque la mayor ovación se la llevó el príncipe Guillermo, que saludó al público. Una hora antes del acto oficial, unas decenas de personas se reunieron en el palacio de Kensington, la residencia de la princesa. Los admiradores de Diana ataron flores, fotografías y mensajes de recuerdo en las verjas del palacio.

Y en Harrods, los almacenes de Mohamed Al Fayed, el padre de Dodi, muerto junto a Diana, se hicieron dos minutos de silencio en recuerdo a ambos.