Como la mayoría de hermanas, las princesas también discuten y se enfadan. Es el caso de Victoria y Magdalena de Suecia, que sufren problemas familiares motivados por el protocolo dinástico. Mientras Victoria, la futura reina, no se case, su hermana no podrá hacer planes nupciales con su novio, Jonas Bergström.

Las peleas de estas dos hermanas son motivo de escándalo en el país escandinavo. La menor, Magdalena, no se podrá casar hasta que la mayor, Victoria --heredera al trono sueco--, lo haga debido a las estrictas normas de la casa real. El problema es que, de momento, la boda de Victoria con su novio, Daniel Westling, está lejos de ser realidad, pues ni el pueblo ni la familia real la aprueban. La prensa amarilla tacha a su novio de "pueblerino trabajador sin estudios universitarios".

La prensa sueca asegura que Magdalena, duquesa de Hälsinland y Gästrikland, le ha dado un ultimátum a su hermana mayor: o se casa en contra del padre, o que renuncie a la sucesión. Victoria ha contestado que no puede dejar de lado sus obligaciones, por lo que la princesa se encuentra ante una decisión de gran responsabilidad en su vida que no puede ser tomada a la ligera. Magdalena cuenta con el pleno consentimiento de sus padres para contraer matrimonio con Bergström.