El encanto de Audrey Hepburn sigue vivo. La subasta de medio centenar de los vestidos y accesorios de la actriz había despertado una enorme expectación. Lo recaudado ayer en The Gallery, de Londres, ascendió a cerca de 300.000 euros, una cifra que desafía la crisis económica y que superó con creces las previsiones de los organizadores.

El deseo de hacerse con cualquier objeto de uno de los grandes mitos del cine hizo la ocasión muy excepcional. A Audrey la vistieron los grandes maestros de la alta costura en la década de los 50 y los 60, y su elegantísimo estilo no puede resultar más actual. El modisto Hubert de Givenchy la consideraba como su musa y confidente. "Ella siempre decía de De Givenchy que era su amigo más grande, y él decía de ella que entre ambos existía un verdadero romance, una verdadera historia de amor que duró toda su vida", comentaba Kerry Taylor, encargada de la subasta. Del diseñador francés salió a la puja un vestido negro de cóctel que Hepburn llevaba en la comedia romántica Cómo robar un millón, con Peter O´Toole. La prenda fue la más cotizada y alcanzó el fabuloso precio de 55.400 euros.

EL TRAJE DE NOVIA Otras ropas recordaban la mala suerte que la estrella tuvo en su vida amorosa, como en 1952, cuando preparó su boda con el industrial inglés James Hanson. La actriz encargó en Roma, a las hermanas Fontana, el vestido nupcial, que nunca llegó a ponerse porque la ceremonia se canceló. Audrey pidió a las modistas que se lo regalaran a "la chica italiana más preciosa que pudieran encontrar" y no pudiera permitirse tal lujo. Alguien ha pagado ahora por el traje 12.740 euros. La artista terminó casándose dos veces, con el actor Mel Ferrer primero y, más tarde, con el psiquiatra italiano Andrea Dotti.

La mitad de lo recaudado se destinará a la Fundación Audrey Hepburn para la Infancia y a Unicef, de la que la actriz fue embajadora.