Las monarquías han dejado de ser cotos cerrados y se han abierto al mundo a través de internet y sus redes sociales. En algunas el cambio se nota más que en otras. Todas las familias reales tienen página web, desde la española a la británica, la jordana o la marroquí, aunque algunas han ido más allá y se han apuntado a las redes sociales de Facebook y Twitter. Los últimos en abrir una cuenta han sido Mette-Marit y Haakon de Noruega, que han seguido los pasos de Rania de Jordania y de la reina Isabel de Inglaterra.

Los príncipes noruegos han informado a través de su página de Twitter que ahora están presentes en Facebook. Compartirán fotos con los seguidores, dejarán comentarios e informarán de los diferentes actos sociales a los que acuden y de las causas humanitarias que apoyan.

RANIA, LA PROMOTORA La primera en lanzarse al ciberespacio fue la reina Rania de Jordania, que abrió un canal propio en YouTube, donde mantuvo comunicación con los internautas sobre el mundo árabe. Más tarde hizo lo mismo en Twitter y Facebook, donde cuenta con 36.000 amigos. La soberana explicaba que las herramientas tecnológicas le permitían "contar a la gente cosas sobre Jordania", sobre su vida y su trabajo, "así como hacer campaña por una educación de calidad y global". Este verano Rania colgó en Twitter imágenes con su familia de las visitas a la isla de Elba (en la Toscana de Italia), Portofino (Italia) y Saint-Tropez (Francia).

Las redes sociales también han hecho furor en Buckingham. Isabel II tiene una web moderna, a la que este año ha incorporado vídeos y contenidos de fondo y ha abierto un canal propio en YouTube. Y también ha creado su espacio en Twitter.

La reina Beatriz de Holanda cuenta asimismo con su canal en YouTube y en octubre se valió de internet para anunciar que buscaba un lacayo para atender la corte en el palacio de Noordeinde.

Ningún miembro de la familia real española ha hecho uso aún de las redes sociales.