Su aparición en la portada de Paris Match ha sido la guinda del pastel. La ministra de Justicia, Rachida Dati, posa en un hotel de lujo vestida de Christian Dior, toda glamur, segura de sí misma y de contar con el apoyo del presidente Nicolas Sarkozy. Las numerosas apariciones de Dati en la prensa rosa --no se pierde una sola fiesta mundana-- y su peculiar relación con el jefe del Estado --al que acompaña en los viajes oficiales-- se han convertido en la comidilla de la corte republicana.

Desde que el pasado mes de septiembre Sarkozy se separó de su mujer, Cécilia, la ministra de Justicia no solo acompaña al presidente en sus desplazamientos, sino que es invitada a las cenas privadas con los mandatarios. En Marruecos, Rachida compartió mesa con el rey Mohamed VI y con su familia. Su origen marroquí explicó en aquel momento tamaña deferencia.

SIMBOLO Pero cuando Sarkozy se la llevó a la cena privada con los Bush en la Casa Blanca --acontecimiento al que acudió enfundada en un soberbio vestido de gala blanco-- su presencia llamó poderosamente la atención. Se aludió entonces a su condición de símbolo --es la primera mujer inmigrante que accede a tan alta función en Francia-- y Sarkozy quería presentarla como su Condoleezza Rice. La semana pasada, pese a que el presidente iba acompañado de su madre y de uno de sus hijos, Dati no faltó a los actos privados celebrados con el presidente chino Hu Jintao. Ante esta situación, solo quedaba el argumento de la amistad que les une.

Recomendada por uno de los amigos empresarios de Sarkozy, Rachida, que es jueza, empezó a trabajar con el presidente francés en el 2002. Enseguida se hizo amiga de Cécilia, que aconsejó al candidato nombrarla portavoz de su campaña electoral. Todo un acierto. Su elegancia y gran facilidad de palabra causaron sensación en los medios de comunicación.

"¡QUE BELLA IMAGEN!" Cuando Sarkozy la puso al frente de Justicia sus palabras fueron: "¡Qué bella imagen!". El la ha apoyado frente a las críticas de los magistrados, que la acusan de ser una "ministra barbie ". Cécilia y Rachida se hicieron íntimas, hasta el punto que la ministra pasó el verano con la pareja presidencial en Estados Unidos. "Es mi hermana", decía de ella Cécilia. ¿Pensará ahora lo mismo?