La fiesta de la Roja acabó pasadas las 8 de la mañana para los campeones del Mundial de fútbol después del largo y emotivo baño de multitudes que se dieron por las calles de Madrid. Primero fueron las audiencias del Rey y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y después el paseo triunfal en autocar por el centro de la ciudad y la fiesta en Príncipe Pío, junto al Puente del Rey, último destino de la comitiva. Allí, los 23 integrantes de la selección española y su responsable, Vicente del Bosque, permanecieron hasta cerca de las dos de la madrugada, bailaron, saltaron e hicieron bromas baja la batuta de Pepe Reina, el guardameta del Liverpool y maestro de ceremonias de la celebración.

Hubo muchos famosos que se dejaron ver en la zona vip habilitada junto al escenario. Entre ellos, destacó la infanta Elena, vestida de los pies a la cabeza con los colores de la Roja , incluso en sus pendientes, que estuvo acompañada por su prima María Zurita, hija de la infanta Margarita, ataviada de la misma forma. La hija mayor de los Reyes no paró de bailar en toda la noche, especialmente el famoso Waka, waka de Shakira, del que se conocía a la perfección todos los movimientos.

IBERICOS Y MARISCO Cuando el reloj iba a dar las dos de la madrugada, los jugadores se dirigieron al Mesón Txistu, donde les esperaban sus mujeres y familiares para cenar. En total se reunieron unas 300 personas. El menú que degustaron estaba compuesto por un surtido de ibéricos, un plato de marisco a base de gamba blanca de Huelva, langostinos de Sanlúcar de Barrameda y camarones. A continuación, huevos rotos con patatas y angulas, uno de los platos preferidos de Puyol, Xavi Hernández y Xabi Alonso y un plato de pescado o carne. Entre los barcelonistas, Xavi y Villa se decantaron por el lenguado, mientras que Piqué y Puyol pidieron solomillo.

Por su parte, los enamorados del mundial eligieron platos diferentes. Así, mientras Sara Carbonero escogió un rape a la plancha con ajitos, Iker Casillas optó por algo más contundente, solomillo con foie. Todos los platos se sirvieron con vinos de la Ribera del Duero.

De postre, hubo una tarta con la copa del Mundial, fruta y cava Juvé Camps gran reserva para brindar por el triunfo.

Víctor Valdés tuvo que abandonar el mesón antes de la cena debido a una gastroenteritis. A las seis de la mañana los jugadores se dirigieron a la discoteca New Garamond, situada a pocos metros del restaurante, donde remataron la jornada tomando unas copas.