El lunes, el Rey sorprendió a los comensales y trabajadores de un bar de carretera al entrar por la puerta del mismo y pedir mesa para comer. La parada, improvisada, pues cambió a última hora el helicóptero por el coche, se produjo en el kilómetro 161 de la autovía de Extremadura, en Calzada de Oropesa (Toledo), a unos 160 kilómetros de Madrid. Felipe VI comió acompañado de, entre otros, el ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, con el que volvía de entregar a Sofía Corradi el premio Carlos V en Yuste (Cáceres). El Rey y sus acompañantes degustaron el bufet, valorado en 11 euros. Según explicó el jefe del establecimiento, Felipe VI comió patatas con conejo, ensalada, carne y de postre bizcocho y un plátano. El propio restaurante, llamado Puerta de Extremadura, agradeció en Facebook que el Rey comiera en su local. "La gente quería hacerse fotos con él y accedió encantado. Eso sí, durante la comida pidieron que no se le molestara".