Robert Redford cumple este jueves 80 años. Hace tiempo que podría estar jubilado, viviendo plácidamente en su rancho de Colorado, con su mujer y sus caballos, recordando anécdotas de una dilatada y mítica carrera en el mundo del cine.

Sin embargo el celuloide le sigue cautivando. Como actor, con todas sus arrugas, alguna que otra cirujía y esos ojos azules cada vez más pequeños, está promocionando actualmente la película Disney, 'Pedro y el dragón', 'remake' de la cinta de 1977, que se estrena en España este viernes.

También está involucrado en varios proyectos desde la dirección, el guión y la producción. Y, por si fuera poco, sigue al frente del Sundance Institute, bautizado con ese nombre por su personaje de Sundance Kid en 'Dos hombres y un destino', la película que lo lanzó a la fama y que le unió a otro galán de cine y amigo personal, ya fallecido, Paul Newman. Fundado en 1981 con el objetivo de apoyar a nuevos creadores, cada año Sundance celebra el festival de cine independiente más importante del mundo.

Charles Robert Redford, nacido en Santa Mónica (California) en 1936, ejerce además de abuelo. Se casó a los 72 años por segunda vez con la pintora alemana Sibylle Szaggars, tras un largo noviazgo. Fue una boda privada en Hamburgo, con 30 invitados. Se divordió de Lola van Wagener en 1985, con la que tuvo tres hijos (otro hijo de esa unión, Scott falleció pocos meses después de nacer de muerte súbita). Y es que, a diferencia de lo que ocurre hoy con muchas jóvenes celebridades, la estrella ha preferido mantener su vida privada alejada de un Hollywood "donde es fácil perder la cabeza.

Ganador de un Oscar como director por 'Gente Corriente',en su haber cuenta con una serie de títulos legendarios: 'El Gran Gatsby', 'Tal como éramos', 'El golpe', 'Todos los hombres del presidente', 'Memorias de África'. Esta es, a partir de lo declarado en entrevistas, su personal visión de una carrera única.".

LA POLÍTICA

"Hago películas sobre política, pero nunca he pensado dedicarme en serio. Sería un lugar equivocado para mí. Soy un artista y quiero ser libre. No quiero ser corrompido por el compromiso, y la política está llena de compromisos. Visto el panorama actual, no se me puede culpar ¿verdad? En Estados Unidos tenemos dos cámaras que, en lugar de trabajar juntas para ayudar al pueblo, lo que hacen es luchar entre ellas. La política hoy no es cuestión de ideología ni de interés público, sino de egos. Y eso es algo muy triste".

LA HISTORIA

"He visto cosas como el macarthismo, el asesinato de Kennedy, escándalos como el Watergate y el Irangate... Lo mismo parece ocurrir una y otra vez en mi país y me pregunto por qué no aprendemos de nuestra historia, por qué no maduramos y continuamos repitiendo los mismos errores".

LA CARRERA

"Empecé mi carrera como pintor, luego me convertí en actor de teatro y, después, de televisión, hasta que llegó el cine. Me gusta interpretar y me gusta dirigir, así que voy a intentar seguir adelante. He pasado gran parte de mi carrera ayudando a artistas independientes a tener una voz, poniendo en marcha Sundance y creando el festival".

EL ECOLOGISMO

"Cuando era niño, en California, pasé mucho tiempo en el Pacífico y en las montañas y vi que la degradación de la naturaleza era algo muy peligroso. Me di cuenta muy pronto de que, si no actuábamos, nos quedaríamos sin planeta y eso me implicó mucho en el movimiento ecologista".

LA INDUSTRIA

"Cuando empecé como actor, a mediados de los 60, solamente existía una industria, Hollywood, que a veces permitía que se hicieran películas distintas. Así que, más adelante, empecé a sentir la necesidad de contar historias sobre la América que yo percibía, historias que iban algo más allá de lo que la gente veía. Conseguí rodar películas como 'El candidato', 'Jeremiah Johnson' y 'Brubaker' gracias a que también trabajaba en películas más importantes, como 'Tal como éramos' y 'El gran Gatsby'. El éxito de esos grandes filmes me permitía hacer otros más modestos con los que disfrutaba muchísimo.

LA BELLEZA

"Yo nunca me consideré guapo. Así que fue un poco deprimente cuando en el cine me veían como el perfecto galán. Estaba un poco atado. Se convirtió en un incordio: no era posible salir, ir con los niños, llevar una vida normal... Por ello me construí mi casa en las montañas, lejos de todo. Porque no hay nada mejor que la naturaleza".

PAUL NEWMAN

"Compartíamos valores similares, tanto a nivel profesional como familiar. Fuimos muy, muy amigos. Lo visité poco antes de que muriera y resultó muy doloroso, porque cuando pierdes a un amigo, pierdes una parte de ti mismo".