Nicolas Sarkozy y Carla Bruni pasaron la noche de bodas y la jornada de ayer en La Lanterne (La Linterna), un pabellón del siglo XVIII contiguo al palacio de Versalles, donde el presidente francés suele pasar los fines de semana. La Lanterne era la segunda residencia de los primeros ministros hasta que Sarkozy se la apropió porque era muy del agrado de su exesposa, Cécilia. La noche del sábado, los recién casados ofrecieron allí una cena a la treintena de invitados al enlace, que se había celebrado por la mañana en el Elíseo.

Las obligaciones del presidente impedirán un viaje de luna de miel. Sarkozy se trasladará hoy, solo, a Rumanía. No viajarán juntos probablemente hasta marzo, a Londres, donde les recibirá la reina Isabel II.

La boda estaba preparada desde una semana antes, como confirmó Marisa Borini, la madre de Carla. "Estábamos informados de la fecha desde hace algunos días, pero teníamos que guardar secreto", declaró a Le Parisien. "Pese a sus nuevas obligaciones, Carla se reservará para ella un tiempo y un lugar para escribir sus poesías, componer su música, grabar sus álbums. ... La pulsión por el arte es algo muy fuerte", explicó la madre.

Al enlace asistió el padre biológico de Carla, Maurizio Remmert, un industrial italiano que vive en Sao Paulo (Brasil), acompañado de su esposa, Marcia de Luca. Carla nació fruto de una relación extramatrimonial de su madre, pese a lo que fue reconocida por el marido de esta, ya fallecido. El matrimonio acompañó ayer en un paseo por los jardines de Versalles a los recién casados. Otro de los asistentes inesperados fue un ex de Carla, el actor Vincent Perez. Bruni es madrina de uno de sus hijos.

El sábado, a las 9 de la mañana, Sarkozy presidió una reunión en el Elíseo sobre la crisis de Chad y a las 10 abandonó el palacio para dirigirse a la sede de la Unión por un Movimiento Popular, una salida pensada para despistar porque minutos después los invitados a la boda entraban al Elíseo por una entrada distinta a la principal.

No habrá, pues, fotografías ni de la boda presidencial ni de la fiesta en La Lanterne.