Ya desde pequeña, Scarlett Johansson apuntaba maneras y, por eso, su familia quiso que se preparara en algunas de las mejores escuelas de interpretación de Manhattan. Cuando acababa de cumplir ocho añitos debutó por primera vez sobre un escenario y dos años después se puso delante de las cámaras. Desde entonces no ha parado y, tras demostrar su talento en Hollywood, ahora, a sus 25 años, se ha propuesto como meta conquistar Broadway. Y la verdad es que promete, si uno hace caso a las críticas sobre su debut el pasado domingo en Nueva York.

De la mano de Liev Schreiber (Lobezno, Resistencia ), la protagonista de Vicky, Cristina, Barcelona convenció en el esperado estreno de Panorama desde el puente , una de las obras más aclamadas de Arthur Miller, en la que aborda el drama de la inmigración. Johansson se pone en la piel de Catherine, una joven que acaba viviendo una tormentosa relación con Eddie Carobe, un estibador obsesionado con su sobrina, a la que crió desde niña.

JACKMAN, WATTS, BARKIN... Por el Cort Theater, en el corazón de la zona de los teatros de Nueva York, pasaron Ryan Reynolds, marido de la actriz, y Naomi Watts, pareja de Schreiber, además de otras estrellas como Hugh Jackman, que acudió junto a su mujer, Debra, y que protagoniza desde octubre otra obra en Broadway junto a Daniel Craig; el protagonista de Star Trek , Zachary Quinto, y las actrices Ellen Barkin y An Potts.

El crítico teatral de The New York Times Ben Brantley escribió ayer que la actriz "se funde tan bien con el personaje que cualquier halo de celebridad desaparece", mientras que Peter Marks, de The Washington Post, aseguraba que el estreno del domingo se convirtió en una noche "memorable" en recuerdo a Miller, en la que brilló la neoyorquina con una "sorprendente actuación" que pone de manifiesto que es "capaz de mucho más que una simple colaboración" en un elenco "deslumbrante".