Que una revista del prestigio de V incluya en su número de enero hasta tres editoriales protagonizadas por modelos de talla grande es un gran paso. Abre las puertas del glamur a mujeres que van mucho más allá de la talla 36. Ni se ocultan los michelines ni se moldean las siluetas más rotundas con Photoshop.

Puede que no se trate de un cambio de tendencia sino de una estrategia comercial. Pero el hecho es que las modelos con curvas poderosas al estilo Beyoncé se han hecho esta vez con las páginas más codiciadas de la moda, fotografiadas por nombres como Karl Lagerfeld, Terry Richardson y Solve Sundsbö.

Ya el septiembre pasado, la modelo Lizzie Miller mostraba sus 82 kilos al desnudo en la portada de la edición estadounidense de Glamour. Hoy es otra mujer con sobrepeso quien protagoniza una de las dos portadas de la revista V: la actriz negra Gabourey Sidibe, cuyo debut en la cinta indie Precious, a estrenar el 5 de febrero en España, está causando sensación entre la crítica estadounidense. La otra actriz en portada es Dakota Fanning, cuya figura es radicalmente opuesta a la de Sidibe. El mensaje que buscan transmitir es que las curvas también son bellas. Lo explica el fotógrafo Solve Sundsbö, cuyo editorial, Curves Ahead (Vienen curvas), reúne a las modelos Candice Huffine, Marquita Pring, Michelle Olson, Tara Lynn y Kasia P: "Se puede ser guapa y sexi al margen de los estereotipos".

La revista plantea un duelo de siluetas para demostrar, además, que la alta costura no es exclusiva de mujeres escuálidas y que una misma prenda puede sentar tan bien a una mujer con la talla 34 como a una con la 44. Las fotos, firmadas por Terry Richardson, muestran a dos modelos posando con la misma ropa. Por un lado, Jacquelyn Jablonski, modelo talla S, y por el otro, Crystal Renn, modelo de talla L. Esta explicó su experiencia en el libro Hungry (Hambre). Tras años de dietas enfermizas empezó a alimentarse de forma sana. Fue entonces, con 75 kilos, cuando se convirtió en top y su figura es reclamada por diseñadores como Gaultier y revistas como Vogue.

Las imágenes más controvertidas son de Karl Lagerfeld a la artista burlesque Miss Dirty Martini. Hubo un tiempo en el que el diseñador llegó a pesar más de 100 kilos, pero desde que perdió 40 ha desarrollado una acusada fobia a los kilos de más. Ahora parece que el modisto se ha enfrentado a sus demonios y, aunque rayando lo grotesco, ha encontrado sofisticación y belleza en un cuerpo más cercano a un cuadro de Rubens que al de su maestra Coco Chanel. Parece que una de sus frases más célebres, "nunca se está lo suficientemente delgado", pierde vigencia.