Reino Unido ha dado un paso al frente en la lucha contra el acoso sexual aceptando el 'upskirting' (acción de tomar fotos bajo la falda sin consentimiento) como delito sexual.

Gina Martin estaba en un festival de música el año pasado cuando un hombre le hizo una fotografía bajo la falda sin su consentimiento y la compartió en un chat con sus amigos. Martin denunció lo ocurrido ante la policía, pero la denuncia no prosperó, porque, como le indicaron los agentes, no era ningún delito.

La joven británica decidió iniciar una campaña para conseguir que el 'upskirting' se convirtiera en un hecho punible. "Hace un año un hombre tomó una fotografía bajo mi falda. Hace un año decidí que no iba a ignorarlo nunca más. Hace un año comencé una campaña para hacer del 'upskirting' un delito sexual. Mañana mi enmienda llega al comité", explica la joven en Twitter. "No aceptes del acoso como 'parte de la vida' de una mujer", concluía el post la joven.

#Don'tSkirtTheIssue

Gina Martin ha explicado en sus redes sociales que más allá del acoso que sufrió del hombre que le tomó la fotografía, los agentes le dijeron que solo sería delito en caso de "no haber llevado braguitas cuando le tomaron la foto".

La campaña #Don'tSkirtTheIssue iniciada por esta joven en las redes sociales siempre va acompañada de mensajes de empoderamiento de las mujeres. "Tu cuerpo no es propiedad pública"; "Cómo te vistes no contribuye a que sufras acoso o abuso" o "el acoso sexual no es una broma" son tan solo algunas de los lemas que ha defendido Martin.

Delito contra la intimidad

En España, a pesar de no ser considerado un delito sexual, el 'upskirting' sí es considerado un delito contra la intimidad y existen sentencias contra hombres por haber realizado tales acciones que han llegado incluso a acarrear penas de cárcel.