Hace unos días, un tertuliano famoso por su hiel sentenció: "Una borbona al lado de un torero es como una cerilla al lado de una gasolinera". Y Victoria Federica de Marichalar, que hoy entra en la mayoría de edad, es la más Borbón de todos los nietos del rey emérito Juan Carlos. Al menos, en lo tocante a su afición a los toros -para disgusto de tía Letizia- y a algún que otro pimpollo relacionado con los cosos. El último, el peruano Andrés Roca Rey (Lima, 1996), que le brindó una faena en la plaza de La Malagueta, en Málaga, con enredo mediático por medio.

Andrés Roca Rey, en Ronda, el pasado 1 de septiembre. / DANIEL PÉREZ (EFE)

¿Que qué enredo? Pues trascendió que el peruano, al lanzarle la montera, le dijo: "Brindo por un futuro juntos. Eres la reina de mis ojos". Pero, horas después, ay, los asesores del diestro se apresuraron al desmentido. "Brindo por el futuro de la fiesta de los toros y de la institución que representas. Y por que los podamos ver [los toros] todos juntos mucho tiempo", dicen que dijo, y que eso de "la reina de mis ojos" habría sido "una falta de respeto a la institución". Luego -dato objetivo- la hermana de Froilán volvió a verle torear en Almería.

Solo ellos saben qué se cuece, pero las pruebas delatan que, más allá de entender de verónicas, naturales y manoletinas, Vic -así la conocen sus amigos- tiene en las plazas un semillero de pretendientes. De ahí le vino Miguel Gómez Mendoza, hijo de copetudos empresarios de Jerez de la Frontera y nieto de médico titular de tres plazas andaluzas que recosió a figuras como Rafael de Paula, Curro Romero y Morente de la Puebla. Luego asomó el diestro Gonzalo Caballero, miembro de la 'pandi' de Froilán, que subió a su cuenta de Instagram una foto junto a la joven en un tentadero de Lora del Río. "Mi talismán", la piropeó. Y no era la primera imagen, porque en el 2016 el chico ya la etiquetó tras una corrida benéfica ("Es un placer, Victoria, aunque Filip (Froilán) se ponga celoso").

Gonzalo, que hace un par de años quedó huérfano de padre a causa de un cáncer, iba para futbolista -es tan del Atleti que dio el paseíllo en Las Ventas con un capote rojiblanco-, pero a los 16 años se metió en la Escuela de Tauromaquia de Madrid y escaló posiciones. Su madre, Chiqui del Hoyo, se ha sentado junto a Victoria en las corridas -buen indicio-, aunque -mala señal- también se le ha relacionado con Lucía Rivera, hija del torero Cayetano Rivera, que a su vez se la ha emparejado con Willy Bárcenas, el hijo del extesorero del PP.

Glamur de Miraflores

Y apareció el limeño Roca Rey, con muuucho más glamur que los anteriores. Unas pinceladas de pedigrí: su abuelo fue administrador de la plaza de toros de Acho, la más antigua de América; uno de sus tíos es viceministro de Patrimonio Cultural; su madre es asesora financiera y su padre, un empresario del algodón. Andrés que gasta un look de pijo de Miraflores, estudió en las carmelitas de Lima, a los 16 años lo trajo José Antonio Campuzano a Sevilla y ya le llaman el Messi de la Fiesta.

Así, con esta nube rosa sobre su cabeza, la ahijada del rey Felipe VI ha pasado los 17 y llega a los 18. Tiene "una belleza atípicia, pero aristocrática", afirmó el abuelo Juan Carlos, y parece que, mientras los cronistas reales le ven un aire a María Cristina de Habsburgo-Lorena, los críticos de estilo, que siempre aplaudieron las excentriciades de Jaime de Marichalar, la aúpan ahora como la única 'royal' española que ha sabido elegir los 'outfits' a cara lavada de este verano