Genuina y rebelde desde que se levanta por la mañana con ese peinado de altura que hace furor en Gran Bretaña, Amy Winehouse se atreve con todo y con todos. Esta vez ha sido el líder de U2 el blanco de sus iras. Según publica Primera Línea este mes, arremetió contra Bono en la rueda de prensa previa a la entrega de los premios de la revista Q. Haciendo gala de una rebeldía que en ella resulta ser puro carisma, interrumpió al cantante y le espetó: "Cállate, me importa una mierda lo que digas".

Tras quedarse con las manos vacías en los premios MTV, la cantante de jazz-soul de 23 años, es favorita en la única categoría en la que compite en el certamen de Q, la de mejor disco del año por Back to black, trabajo en el que luce soberbia, talento, estilo y voz. Sin embargo, Winehouse no tiene reparos en airear sus escarceos con el alcohol y las drogas, agravados por la bulimia y la anorexia, por lo que los tabloides británicos la han erigido como heredera de la pareja Kate Moss-Pete Doherty.