¿Dónde está Woody Allen? Pues en todas partes. Este verano resulta prácticamente imposible dar un paso por Barcelona sin encontrarse con el cineasta neoyorquino y su equipo de rodaje al completo. El director de Misterioso asesinato en Manhattan fue avistado ayer en el concurrido paseo de Gracia a la altura del edificio modernista de Gaudí, La Pedrera, donde rodó una secuencia de su película.

Allen mordisqueaba un montadito de salmón del catering sobre las tres de la tarde, una hora en la que la popular avenida no estaba muy concurrida por los turistas y transeúntes. La expectación, por tanto, no fue tan elevada como la despertada otros días. Cierto es que tampoco se encontraba en el set de rodaje Scarlett Johansson, cebo humano para los objetivos de los fotógrafos de prensa. El director permaneció impasible ante el acecho de las pequeñas cámaras que intentaron inmortalizar el momento, aunque se blindó detrás de los gorilas que le acompañan cuando vio aparecer una cámara, en esta ocasión, profesional (arriba, en la foto).