Yuri Herrera (Actopan, 1970) es posiblemente el autor literario mexicano que, hoy por hoy, exhibe la visión más poderosa y a la vez más sesgada del conflicto. Entrar en sus novelas 'Los trabajos del reino', 'Señales que precederán al fin del mundo' y la reciente 'La transmigración de los cuerpos' (todas en Periférica) implica una exigente experiencia lectora.

¿Cuando se le etiqueta como autor de la narcoliteratura se siente comprendido?

No me preocupo demasiado por ser «comprendido» porque entiendo que cada lector hace con cada libro lo que mejor le parece, y el contexto en el que muchos leen la literatura mexicana actual incluye una dosis inmensa de violencia del narcotráfico, así que no es sorprendente que así se lea, aunque yo no me identifico con la etiqueta.

¿Escribir en el norte de México es un destino para un autor?

Bueno, yo ya no vivo en el norte de México, viví en El Paso, que está pegado a Ciudad Juárez, donde escribí Trabajos del reino, que es una historia sobre la relación entre el arte y el poder. El espacio que pude conocer en ese entonces (una sociedad maniatada por el crimen, la explotación laboral, el clasismo) fue propicio para contarla.

¿La palabra puede ser un lenitivo contra la violencia o bien una forma de entenderla?

Ambas cosas. Una manera de entender sus causas, pero también una herramienta para intentar no repetir los mismos errores.

¿Existe un trasfondo religioso consciente en su literatura que entronca con su lenguaje?

No practico ninguna religión, pero me gustan los textos que han sido sacralizados en distintas culturas, su densidad, su intención comprensiva, la manera en que están poblados de dramas a través de los cuales intentan dar cuenta de la condición humana. Es uno de los varios insumos a los que recurro constantemente, junto a (lo que llaman) «lenguaje popular», la literatura medieval y la invención propia.

¿Cree que la violencia es la seña de identidad de la actual literatura mexicana?

Es una seña indudable de la situación política, y la literatura da cuenta de ello. La violencia marca muchos aspectos de la vida cotidiana en México, la vida productiva, las actividades políticas, la práctica del periodismo y, claro, también la manera de narrar.

¿Qué significado tiene esa epidemia en la que se enmarca La transmigración de los cuerpos?

Es el contexto en el cual se da la historia del Alfaqueque, un hombre que no quiere salir de casa, porque ahí afuera hay un mundo enloquecido por el miedo, pero que debe hacerlo porque se dedica a resolver problemas y hay uno que no puede dejar de atender. Como parte de esta historia, tal cual, espero que sea leída. Pero también, por supuesto, puede ser leída al lado del ambiente de paranoia en que se ha sumergido el país los últimos años, con un crimen organizado boyante, partes de la clase política y de la clase empresarial convertidas en sectores de la clase criminal, y un sistema de justicia inoperante.