"No estoy de acuerdo con que hay que sufrir para ser guapa, porque el dolor y las tensiones se reflejan en el rostro de una persona y lo desmejoran", declaró un día el diseñador de calzado francés Christian Louboutin.

Toda una filosofía que habrá contribuido a su éxito, ya que sus creaciones, a pesar de contar con tacones de vértigo, tienen fama de ser las más cómodas del mercado. Gracias a esta virtud, Louboutin se ha convertido en los últimos años en uno de los creadores de zapatos más halagado por las estrellas, que acuden a él para presumir de pies en las citas y acontecimientos más prestigiosos.

Como el artista que es, Louboutin firma sus obras. Ver a sus asistentes esmaltándose las uñas de los pies, según relató, le inspiró su sello personal: pintar las suelas de sus zapatos de rojo pasión. Un color quizá premonitorio, ya que coincide con el de las alfombras más prestigiosas del mundo, donde hoy pisan con fuerza sus modelos.

ANECDOTAS ENCANTADORAS Antes de saltar a la fama, la vida del diseñador francés está repleta de anécdotas encantadoras. Y cómo no, la historia de cómo saltó la chispa que desencadenó su vocación zapatera no podía ser vulgar. "Siendo muy jovencito hice practicas en el Folies Bergère de París y allí vi cómo las bailarinas, antes de subir al escenario, pegaban sobre las suelas de sus zapatos un velo muy fino para no patinar y ganar estabilidad", relató Louboutin antes de confesar: "Es un truco que hoy aplico en mis modelos para que sea fácil andar con ellos".

Cuenta la leyenda que unas de las primeras admiradoras de Louboutin fueron Chantal de Hannover y la princesa Carolina de Mónaco, que tienen aparentemente más gustos en común ya que, casualidades de la vida, son respectivamente ex y actual esposa del príncipe Ernesto de Hannover. Desde su debut han pasado años y su mezcla de fantasía y glamur, combinado con un dominio perfecto de la artesanía, le han permitido trabajar tanto para prestigiosas marcas como Channel e Yves Saint Laurent, como triunfar en solitario. Prueba de ello es que sus modelos, cuyo par más barato vale unos 450 euros, son actualmente los más vendidos del mercado del lujo.

En la actualidad, los zapatos de Louboutin tienen como soporte tanto los pies de la realeza como los de la alta sociedad y de las estrellas de ambos lados del océano Atlántico. Entre otras, las actrices Penélope Cruz y Monica Bellucci no dudaron en apostar por unos modelos de la marca, de color beige y de altísimo tacón, para causar sensación en el último festival de Cannes.

También la presidenta del jurado de esta edición del certamen, la actriz Isabelle Huppert, apareció con zapatos blancos firmados por Christian Louboutin. La primera dama de Francia, Carla Bruni, es otro rostro famoso que ha confiado sus pies a esta marca de calzado. Fue con motivo de su reciente visita a la familia real española y, además, Louboutin tuvo el mérito de lograr que la exmodelo volviera a lucir tacones por primera vez desde su matrimonio con Nicolas Sarkozy. Al parecer, el prestigioso diseñador francés también ha logrado lo que parecía imposible: robar el puesto ocupado por su rival, Manolo Blahnik, en el corazón de la célebre fashionista Sarah Jessica Parker.