Incluso la lluvia ha aparecido para dar más emoción si cabe, a la última cita de la temporada de F-1, el GP de Abu Dhabi, donde por primera vez en la historia de este deporte, cuatro pilotos se juegan el título mundial. La estadística dice que solo se registran dos días de lluvia en Abu Dhabi. Ayer fue uno de ellos. Un chaparrón empapó el asfalto una hora antes de que se inicara la primera sesión. Fue la única sorpresa del día. El resto era un poco lo esperado.

Lewis Hamilton demostró con el mejor tiempo del día que el el McLaren se adapta perfectamente a las dos largas circuitos del trazado abudabita. Y Fernando Alonso dejó claras sus intenciones al incrustrase --tercero-- entre los dos Red Bull de Sebastian Vettel y Mark Webber, una posición, que de repetirse al final de la carrera, le daría el título mundial.

Los mejores cronos llegaron a falta de 30 minutos para el fina de la sesión, cuando casi todos los pilotos se decidieron a montar el neumático superblando. Ya completamente de noche y con luz artifcial, la temperatura en la pista no pasó de 28 grados, por lo que los tiempos se registraron en la tercera y hasta la cuarta vuelta de las gomas señaladas con un marca verde. Felipe Massa volvió a estropear su juego al completar un trompo en su primer intento de vuelta rápida. Completó otro, y acabó con el coche parado en mitad de la pista. Jaime Alguersuari --decimoséptimo-- también completó un trimpo y finalizó la sesión antes de tiempo.

Sebastian Vettel había sido el más rápido en la primera sesión, en la que Alonso consiguió la sexta plaza. La actividad durante los primeros 45 minutos, de los 90 de esta primera sesión libre, fue casi nula porque los pilotos esperaron a que se secara la pista. Los dos pilotos de McLaren, Lewis Hamilton y Jenson Button, lograron el segundo y tercer puesto, mientras que Webber había sido cuarto y Robert Kubica, quinto.