El torero José Tomás ya ha abandonado el hospital de Aguascalientes (México) en el que permanecía ingresado desde que hace una semana sufriera una grave cornada durante una corrida. Al salir del centro sanitario, el diestro dio las gracias por todas las muestras de apoyo recibidas tanto en el país iberoamericano como desde España. "Soy consciente de que hoy estoy aquí gracias a esas manos tan oportunas que en el ruedo taponaron mi herida, al equipo médico que me atendió (...), sin ellos no me hubiera podido agarrar a la vida con la fuerza que me agarré, por supuesto a la Virgen de Guadalupe", señaló Tomás a los medios de comunicación al salir del hospital Miguel Hidalgo a mediodía (hora local). Tras asegurar que "no se puede sentir uno más mexicano y más agradecido" y recordar que fue en este país donde sufrió su primera cornada grave, el torero hizo un llamamiento a donar sangre por ser "muy importante para salvar la vida de las personas", por lo que agradeció a los "cientos de ciudadanos" que se acercaron al hospital a donar. A continuación, dio las gracias a su familia y amigos, y también a todo el personal del centro sanitario, donde ha pasado la última semana tras una cornada calificada con el pronósito de muy grave, "por sus cuidados" y por haberle hecho sentir "como en casa". José Tomás, de 34 años, resultó gravemente herido en el tercio superior del muslo izquierdo el pasado sábado por el quinto toro de la tarde en la plaza de Aguascalientes (centro de México) durante la Feria de San Marcos. La herida, de unos 20 centímetros, seccionó la arteria femoral profunda y le causó una hemorragia con la que perdió la mitad de sangre de su cuerpo.