Forzado por el Parlamento, Boris Johnson envió el pasado sábado una carta a la UE en la que se solicitaba una prórroga del ‘brexit’ más allá del 31 de octubre, pero sin firmarla. En esa misiva quedaba claro que era una carta del Parlamento. La carta iba acompañada de otra en la que Johnson manifestaba que en su opinión otra prórroga sería un error. El objetivo del Parlamento es no materializar la salida de la UE sin que está aprobada toda la legislación del ‘brexit’.

El 10 de abril, Theresa May seguía sin tener el apoyo del Parlamento y la cumbre europea decidió ofrecer a Londres un nuevo aplazamiento hasta el 31 de octubre, para evitar el caos que hubiese supuesto una salida desordenada de la UE solo dos días después. La primera ministra británica aceptó la oferta y además se comprometió a participar en las elecciones al Parlamento Europeo del 22 de mayo. El 7 de junio, May dimitió ante la falta de apoyo de Westminster al acuerdo con la UE.

La salida del Reino Unido de la UE debía producirse el pasado 29 de marzo. Pero una semana antes, la Unión Europea concedió el primer aplazamiento para dar otra oportunidad a la exprimera ministra a Theresa May para conseguir el apoyo del Parlamento. Se le ofrecieron dos fechas: el 22 de mayo (si el Parlamento aprobaba el acuerdo para dar tiempo a una salida ordenada) y el 12 de abril si Westminster rechazaba el acuerdo. Antes debía comunicar como proceder.