La colisión de dos helicópteros durante una operación de combate contra los yihadistas en Malí provocó ayer la muerte de 13 militares franceses del Ejército de Tierra, miembros de la fuerza Barkhane que Francia tiene desplegada en el país africano. Se trata del accidente más grave de la misión que desde el 2013 apoya al Ejército maliense para intentar frenar el avance de los grupos yihadistas que controlan el norte del país.

El presidente francés, Emmanuel Macron, expresó su respeto a la memoria de los fallecidos «muertos por Francia en el duro combate contra el terrorismo en Sahel» y saludó el «valor» de los militares franceses y su «determinación» a continuar su misión«. «Estos 13 héroes solo tenían un objetivo: protegernos», dijo en su cuenta de Twitter.

El pasado 2 de noviembre otro militar francés murió al estallar un artefacto explosivo al paso de su vehículo blindado, con lo que la cifra de fallecidos se eleva a 38 desde el 2013.

Bautizada inicialmente como Serval, en el 2014 la misión se prorrogó cinco años denominándose Barkhane y extendiendo su ámbito a toda la franja del Sahel y del Sáhara que abarca cinco países: Mali, Mauritania, Niger, Burkina Faso y Chad.