Al menos 15 personas murieron hoy y 40 resultaron heridas por el ataque de un suicida que hizo estallar su vehículo frente a un puesto de control de las fuerzas de seguridad en el norte paquistaní, informó a Efe una fuente policial. Tres de los fallecidos son policías, uno de ellos un alto mando, según la fuente, que detalló que el todoterreno portaba una carga explosiva de 350 kilogramos. El ataque tuvo lugar en una carretera de entrada a la localidad norteño de Hangu, en la volátil y montañosa provincia de Khyber-Pakhtunkhwa. En Hangu, donde hay una fuerte tensión sectaria debido a la presencia de chiíes, y en otras poblaciones estratégicas de esta provincia que se hallan cerca de las zonas tribales fronterizas con Afganistán se registran atentados a menudo. Los cuerpos más castigados acostumbran a ser las fuerzas de seguridad, que libran continuos combates con los insurgentes en varios puntos de esta conflictiva región, pero los atentados también han golpeado a lugares de culto, congregaciones civiles o milicias antitalibanes. Según un estudio del Instituto de Pakistán para Estudios de Paz (PIPS), en 2010 se registraron un total de 2.113 ataques insurgentes, terroristas o de corte sectario, que acabaron con la vida de 2.913 personas y causaron heridas a otras 5.824.