Después de dos meses sin ataques palestinos en Israel, ayer un hombre bomba se inmoló en un autobús de línea en la ciudad israelí de Haifa y provocó la muerte de al menos 14 personas más e hirió a 40, 10 de ellas de gravedad. El sangriento atentado --del que, al cierre de esta edición no se había atribuido ninguna facción palestina-- se produce pocos días después de que Ariel Sharon presentara su derechista nuevo Gobierno y tras varias operaciones militares israelís, que causaron numerosas víctimas.

Desde que el 5 de enero dos suicidas se inmolaron en Tel-Aviv causando la muerte de 23 personas, los ataques palestinos habían sido en Gaza y Cisjordania. Pero ayer un terrorista burló la vigilancia y, alrededor de las 14.15 horas (una hora menos en España), hizo estallar los 50 kilos de explosivos que llevaba consigo en un autobús a la Universidad.