Al menos veinte detenidos y un joven lesionado dejó una marcha de estudiantes universitarios y secundarios de establecimientos privados que intentaron reunirse esta noche en la capital chilena en una marcha no autorizada y que fue reprimida por carabineros.

Unos 500 estudiantes convocados por el Movimiento de Estudiantes de Educación Superior Privada (Mesup), más algunos jóvenes de enseñanza secundaria se congregaron en la Plaza Italia, a unas ocho manzanas del Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, pero fueron rápidamente dispersados por la policía.

Posteriormente se congregaron en la vecina Plaza Baquedano, donde generaron una gran congestión de tráfico, zona en la que, además, se volvieron a producir enfrentamientos con las fuerzas del orden, debido a que los estudiantes no tenían la autorización de la Intendencia (Gobernación) para marchar.

Seguidamente, la marcha siguió por avenida Providencia, hasta la estación de metro Salvador, a unos 500 metros al oriente de Plaza Italia, donde nuevamente fueron dispersados por la policía, con el resultado de varios detenidos y en la que un joven resultó con una herida leve.

En la actualidad hay media docena de centros de educación superior totalmente paralizados y otros cinco con algunas facultades ocupadas debido a que los estudiantes acusan la pérdida de beneficios, becas y créditos que afectarían a unos 3.000 estudiantes en todo el país.

En Valparaíso, unos 250 estudiantes de la Universidad del Mar, marcharon esta noche por la principal avenida de esta ciudad, situada a 120 kilómetros al noroeste de Santiago, donde también se enfrentaron con la policía y fue detenido el dirigente estudiantil de esa universidad Raúl Soto.

El pasado 26 de diciembre, el estatal Consejo Nacional de Educación (CNED) canceló la personalidad jurídica de esa universidad privada, tras una petición del Ministerio de Educación a fines de octubre pasado por una serie de anomalías detectadas en ella, tanto económicas como académicas.

La decisión del CNED impactó en el sector ya que unos 15.000 estudiantes de esta universidad, fundada en 1989 y con sedes en 15 ciudades del país, vieron amenazado su futuro académico, aunque unos 5.000 ya han sido reubicados en otras universidades.