Veintiún muertos y cuatro desaparecidos tras una explosión de gas grisú en una mina de carbón de la provincia de Guizhou, en el suroeste de China, según informó hoy el Gobierno local a través de la agencia Xinhua.

El accidente ocurrió cerca de las 20:00 horas locales del martes (12:00 GMT) en la mina de carbón Machang, cuando ochenta y tres mineros trabajaban en su interior, de los cuales sólo 58 lograron escapar a salvo.

Las labores de rescate continúan en marcha con dificultad debido a que la densidad del gas tóxico aún es alta en el pozo, declaró el jefe del grupo de rescate, Jiang Liangquan, y adelantó que "los cuatro desaparecidos podrían estar enterrados bajo las rocas".

La mina donde ocurrió el siniestro pertenece a la compañía Gemudi del Grupo de Minería y Agua de Guizhou y tiene una capacidad anual de 450.000 toneladas.

La causa del accidente aún se encuentra bajo investigación, añadió Xinhua.

La misma fuente informó el martes que en otra mina de carbón, en el noreste de China, en la provincia de Heilongjiang, al inundarse, quedaron atrapados 25 mineros en uno de sus pozos.

Hasta el momento, sólo siete han sido rescatados.

Cada año más de 3.000 trabajadores mueren en las minas chinas, especialmente en las dedicadas a la extracción de carbón, la principal fuente de energía de la segunda economía mundial.

Muchos de los accidentes se deben a la ausencia de medidas de seguridad en pozos que operan ilegalmente.

Otro factor que influye en la alta siniestralidad es la sobreexplotación de los yacimientos con turnos extra y excavaciones a cada vez mayor profundidad, lo que aumenta el riesgo de altas concentraciones de grisú y el peligro de siniestros.