La explosión de dos coches bomba activados por suicidas causó ayer al menos 26 muertos y 53 heridos en Irak. El doble atentado tuvo lugar en el barrio de Al Manun de Bagdad y el blanco de los terroristas fue una sucursal del Banco Comercial Iraquí, una entidad pública que lleva a cabo numerosas transacciones entre el Gobierno y los inversores extranjeros.

Las explosiones afectaron también al Centro de Inmigración y Pasaportes, situado cerca de la entidad bancaria, donde a esa hora de la mañana había gente haciendo cola para gestionar sus documentos de identidad.

Los dos vehículos, cargados cada uno con 80 kilos de explosivos, estallaron a la vez frente a la puerta principal del banco. Es el segundo atentado mortal cometido contra un banco en Bagdad este mes. En el de hace una semana murieron 18 personas.