Los ministros de Justicia e Interior de los 27 países de la Unión Europea, reunidos en Dresde, alcanzaron ayer un consenso para intercambiar sus archivos policiales, incluidas las pruebas de ADN y huellas dactilares, para combatir al crimen organizado y el terrorismo internacional.

Esto significa que los Veintisiete están de acuerdo para ampliar a todo el territorio de la UE el Tratado de Prüm, que inicialmente suscribieron siete estados. Pero el Reino Unido, Polonia, la República Checa e Irlanda avisaron de que la medida supondrá altos costes por la necesidad de modernizar los bancos de datos. España, miembro del Tratado de Prüm, apoyó la iniciativa de ampliarlo al conjunto de la UE porque facilitará "una mejor seguridad de los ciudadanos europeos", afirmó el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho.

El vicepresidente de la Comisión Europea, Franco Frattini, anunció también que pedirá a todos los miembros de la UE que apoyen la lucha contra la inmigración mediante el reforzamiento de la Agencia Europea de Control de Fronteras Exteriores. En Dresde se dieron pasos decisivos para unir criterios en materia de derecho familiar.