Los dos principales acusados por el asesinato del primer ministro serbio Zoran Djindjic en 2003 fueron condenados hoy en Belgrado a 40 años de cárcel. Los condenados son el inspirador del magnicidio, el ex jefe de una unidad de comandos, Milorad Ulemek, alias Legija ("Legión"), y su autor material, Zvezdan Jovanovic, miembro destacado de esa unidad policial.

De los otros diez acusados en este caso, que también fueron declarados culpables, uno fue condenado a ocho años de cárcel y el resto a penas de 30 y 35 años. A todos los condenados se les imputó el asesinato de Djindjic, dos intentos fallidos de atentado contra el que fuera primer jefe de un Gobierno reformista serbio, y el intento de romper el orden constitucional de la entonces Yugoslavia (integrada por Serbia y Montenegro).

Todos los condenados abandonaron el Tribunal tras ser dictadas las sentencias entre gritos de desaprobación de un grupo de jóvenes, miembros del Partido Democrático (DS) que lideraba Djindjic, y de otros partidos reformistas, que llevaron pancartas en las que podía leerse: "40 años es poco". El presidente serbio, Boris Tádic, quien sucedió a Djindjic al frente del DS, estuvo presente hoy en el Tribunal, así como varios ministros del gabinete del primer ministro asesinado.

Djindjic fue asesinado el 12 de marzo del 2003 por un francotirador que le disparó en el tórax cuando entraba en el edificio sede del Gobierno, en el centro de Belgrado. El juicio, considerado el "proceso del siglo" en Serbia, comenzó en diciembre de ese año, pero se vio ralentizado debido tanto a las obstrucciones de la defensa como por la retirada de varios fiscales y del anterior presidente del consejo judicial, lo que llevó a la repetición parcial del proceso.

Según la acusación, Djindjic fue víctima de la poderosa mafia belgradense conocida como "el clan de Zemun" y sus colaboradores en los servicios secretos y en la posteriormente disuelta Unidad de Operaciones Especiales (JSO) de la Policía. En total, trece personas fueron inculpadas inicialmente del magnicidio, pero uno de los acusados obtuvo el estatuto de "testigo colaborador" de la fiscalía. Cinco de ellos aún están fugados y fueron juzgados en rebeldía.