En el libro de texto, el dibujo explica detalladamente el lugar exacto por el que hay que cortar el pie o la mano del ladrón. El texto recuerda a los estudiantes que hay que cauterizar los muñones para que el amputado no se desangre.

El citado libro se está utilizando habitualmente en colegios y clubs del Reino Unido, donde los niños y niñas de entre 6 y 18 años siguen el programa escolar nacional de Arabia Saudí. Unos 5.000 alumnos británicos están aprendiendo la doctrina de la sharia --ley islámica-- en más de 40 centros privados distribuidos por el país.

Chicos y chicas musulmanes aprenden, entre otras cosas, que la homosexualidad se debe castigar con la muerte.

Los textos explican cómo llevar a cabo la ejecución. Hay lugares donde el condenado es lapidado, otros donde se le quema vivo o donde se le empuja al vacío desde un acantilado. Tales aberraciones se han conocido gracias al programa de investigación de la BBC Panorama , que logró infiltrar a un joven saudí en una de las escuelas de Londres. Parte de las consignas que allí se imparten tratan de fomentar el odio hacia los judíos, a los que los libros comparan con "monos" y "cerdos".

PROTESTAS BRITANICAS Al ser preguntado sobre el asunto, el ministro de Educación, Michael Gove, respondió que ni el odio a los judíos ni a los homosexuales "parece el tipo de material que deba ser utilizado en las escuelas de Inglaterra". "No tengo ningún deseo de intervenir en las decisiones que toma el Gobierno saudí en su propio sistema educativo, pero está claro que no vamos a consentir el uso de material antisemita en las escuelas inglesas", señaló.

El Gobierno saudí asegura que no tiene vínculos oficiales con los centros, y no los respalda. En cambio, la BBC tiene las pruebas de que el edificio donde obtuvo los libros en Londres es propiedad de las autoridades saudís.