La guerra en la República Democrática del Congo, entre 1998 y el 2003, causó cinco millones de muertos, lo que la convirtió en el conflicto más mortífero del mundo desde la segunda guerra mundial. Siete años después, el este del país, plagado de milicias rivales, es un foco de inseguridad. Los rebeldes hutus y la milicia local Mai Mai campan a sus anchas.

Al margen del conflicto armado, la violación constituye ya de por sí un grave problema en el Congo desde hace años. En el 2008 y el 2009 se han producido unas 15.000 violaciones al año, una media de 45 violaciones diarias.